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¿Por qué nos despertamos antes de llegar a nuestra parada de autobús o tren?

Estudios y Noticias Por Janice Friedman

¿Alguna vez has notado cómo tienes la increíble capacidad de despertarte de tu siesta justo antes de bajar de la parada de autobús o tren, justo a tiempo para llegar al trabajo? Esto es bastante similar al fenómeno que muchos de nosotros experimentamos: despertarnos justo antes de que el despertador suene por la mañana. Aunque las razones detrás de los dos fenómenos son un poco diferentes, todo esto se reduce esencialmente a lo bueno que nuestros cuerpos están regulando nuestro horario diario.

El despertador de nuestro cuerpo es extremadamente bueno que sea capaz de saber cuándo necesitamos estar arriba. Nuestros cuerpos conocen su horario regular diario: a qué hora solemos ir a dormir, a qué hora nos despertamos e incluso a qué hora bajamos del autobús/tren. Para intentar explicar los mecanismos detrás de esto, algunos científicos se refieren a los estudios de las abejas melísas. Las abejas melísas usan sus relojes corporales internos para marcar los eventos diarios. Las abejas (obviamente) no son capaces de decir la hora. Sin embargo, son extremadamente rápidos en su rutina diaria de recolectar polen. Su reloj interno determina cuándo visitarán un tipo específico de flor a diferentes horas del día. Por ejemplo, visitarán un tipo de flor exactamente a las 2 pm de la tarde y luego otra especie de flor exactamente a las 6 pm. Su reloj corporal les dice específicamente qué especies de plantas visitar en intervalos de tiempo específicos. Se cree que el cuerpo humano funciona de manera similar.

Puede haber una segunda razón por la que a menudo nos despertamos justo a tiempo para nuestra parada de tren o autobús. También puede tener que ver con la etapa de sueño en la que estamos al dormir en el transporte público. Las dos primeras etapas del sueño son las etapas más ligeras del sueño, llamadas sueño NREM (no REM). Aquí es cuando somos más propensos a ser despertados. Cuando nuestros viajes diarios son bastante cortos (40 minutos o menos), nuestras siestas en el autobús / tren tienden a ser aún más cortos, por lo general 15-30 minutos. En esos 15-30 minutos, la mayoría de nosotros todavía estamos en las etapas iniciales del sueño no REM, donde estamos entre estar despiertos y estar dormidos. En esta etapa, no se necesita mucho para despertarnos. Cuando estamos en esta etapa del sueño, nuestros cuerpos son muy sensibles a las señales ambientales: las paradas repentinas del autobús, el empujón de esa persona junto a nosotros, los sonidos familiares del entorno de nuestras paradas de autobús.

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Los mecanismos del sueño siguen siendo en gran medida un misterio para los científicos y mucha discusión continúa tratando de llegar al fondo de por qué dormimos y por qué nuestros cuerpos son tan buenos en la regulación de nuestros horarios regulares. Pero en cuanto a por qué nos despertamos justo en nuestra parada va, las dos razones anteriores parecen ser la más razonable de las explicaciones en este punto.

Janice Friedman